La adoración eucarística

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La adoración eucarística

Prólogo del libro «La adoración eucarística», de Salvador Muñoz Iglesias, 1978.

He aquí un libro actual, actualísimo. No con la actualidad efímera de las modas impuestas, sino con la que da la presentación acertada de un valor religioso de primer orden en nuestra fe católica: la adoración eucarística.

El autor es sobradamente conocido en España por su competencia científica en los estudios bíblicos y teológicos desde hace muchos años. Su nombre fue siempre una garantía de modernidad y de equilibrio ya antes del Concilio, cuando entre nosotros se podían contar con los dedos de la mano los que sabían hacer compatibles los avances de la reflexión con la fidelidad a la doctrina revelada.

Su condición de hombre de estudio se ve enriquecida por actividades pastorales prácticas, que son el más alto honor del sacerdote de Cristo. La ciencia y la piedad unidas. La cultura seria y profunda y el trabajo pastoral continuo al servicio de los grandes amores de los hijos de la Iglesia católica: la Virgen María y la Eucaristía.

Salvador Muñoz Iglesias es el Consiliario Nacional de la Adoración Nocturna Española. Y a todos los miles de hombres y mujeres, que en el silencio de la noche adoran a Dios en el Sacramento de la Eucaristía, y en general a cuantos quieran acercarse al Sagrario para meditar y adorar, les ofrece este pequeño libro, en que no se sabe qué admirar más, dentro de la originalidad que preside su concepción y su desarrollo literario, si las consideraciones que despiertan la piedad y el amor, o la erudición bíblica, tan sabrosa y detallada, sobre los lugares que invita a recorrer con las alas del espíritu.

El adorador de la Eucaristía, el que se acerca al Sagrario con fe y con amor, tiene en este libro una preciosa ayuda para la meditación silenciosa, para el coloquio con Cristo, para la reafirmación humilde de su creencia y sus propósitos de ser fiel a Aquél que nos amó hasta el extremo.

¡Qué feliz idea la de recorrer con la imaginación, igual que el autor ha hecho con sus pies, los lugares sagrados donde sucedieron los hechos inefables del Nuevo Testamento, y donde existen, suntuosos o pobres, erguidos o en ruinas, oratorios y templos que guardan el tesoro de la Eucaristía!

Con este libro en la mano, el adorador puede pasar diez, veinte minutos, una hora, contemplando, pidiendo, adorando, escuchando en el interior de su alma las resonancias cálidas de escenas y lugares evangélicos unidos para siempre a la vida de Jesús. La doctrina del Maestro, sus promesas cumplidas, sus llamadas a la fe y al amor, sus diálogos con los hombres y mujeres que se acercaron a Él, o a quienes Él buscó, precursores humildes de todo ser humano necesitado de pan, de verdad, de esperanza…

Y si además de adorar al Señor en nuestras iglesias de España, alguien tiene la oportunidad de hacerlo como peregrino en las de Tierra Santa, el libro será un instrumento valiosísimo para dejarse invadir por el gozo del recuerdo, facilitado maravillosamente por quien ha escrito esta meditaciones en los mismos lugares bíblicos, en que el recuerdo se hace presencia renovada por la fe y por el amor.

Mayo, 1978.