Prólogo para la obra de Luis Moreno Nieto titulada «Guía de la Iglesia en Toledo», 1974.
He aquí una guía de la Archidiócesis de Toledo. Es a la vez noticia, evocación, recuerdo, instrumento de trabajo. El que recorra sus páginas percibirá la vibración del pasado y algo de la realidad presente. No de otra manera pueden concebirse estas documentadas relaciones, que al ser puestas en manos de los sacerdotes y de los fieles, tratan de dar a conocer lo que somos hoy sin dejar de pensar en lo que fuimos ayer.
Pero, ¡atención!, al hablar del ayer en una guía de la Iglesia diocesana, no es nuestro propósito evocar glorias pasadas, ni siquiera simplemente “el pasado”. ¡Hay tantas circunstancias extrínsecas, que contribuyen a la aparición de esas glorias! A los sacerdotes de Toledo, hoy, empezando por su Arzobispo, no les entusiasma demasiado volver los ojos atrás y detenerse a contemplar piedras, cruces, archivos, lápidas, nombres grabados en tantos y tantos monumentos. Somos hijos de una época, en que la Iglesia prefiere, por encima de todo, presentar con humildad el único tesoro que tiene: sus anhelos pastorales de evangelización en el mundo de hoy, en el que tantas cosas han dejado de ser cristianas. Miramos más hacia delante, deseosos de que las nuevas generaciones tengan una fe responsable y exigente, que transforme las conciencias y se proyecte en la sociedad contemporánea a la que pertenecen.
Ahora bien, conocer y amar lo que de bueno se hizo ayer no es ningún género de evasión estéril o de triunfalismo anacrónico. Nuestra condición de sacerdotes o de miembros seglares de la comunidad católica no nos hace perder lo que tenemos de hijos de España o de Toledo, también por lo que se refiere a la Iglesia, que aquí se encarnó.
Y ser hijos es llevar en las venas la sangre de los padres. No podemos amar el “hoy” sin amar también el “ayer”.
Esas parroquias y conventos, esa Catedral Primada, esas instituciones, cofradías y “consuetas”, esas costumbres y tradiciones no son mera arqueología, son también vida y ejemplo estimulante.
La publicación de la Guía, que hoy os ofrecemos, abre un camino que quiere ser ayuda, orientación y conocimiento comprensivo y amoroso. Sucesivas ediciones irán perfeccionándola hasta que de verdad pueda ser lo que pretendemos: crónica del momento actual, que se convertirá mañana en historia; testimonio de fidelidad y coherencia con el tiempo y la vida de ayer y de hoy; y siempre impulso hacia delante para servir al pueblo desde la realidad vital de una misma Iglesia, que cambia sin perder su identidad.
Damos las gracias a nuestro Vicario General, Ilustrísimo señor don Rafael Palmero Ramos, que ha marcado la concepción y líneas generales del trabajo; al autor, don Luis Moreno Nieto, a cuya infatigable labor tanto deben la Diócesis y la Provincia; y a la Caja de Ahorros Provincial de Toledo, por la generosidad con que se ha dignado aceptar bajo su patrocinio la presente edición de la obra.
Noviembre de 1974
