Prólogo de la obra de Luis Moreno Nieto así titulada. Octubre de 1984.
El título que Moreno Nieto ha dado a este ensayo no es tan caprichoso como podía parecer a primera vista.
Porque, en efecto, santa Teresa estuvo muchas veces pendiente de la noticia o noticias, que pudieran llegarle sobre múltiples asuntos, y siempre dispuesta a trasmitirlas con esa misteriosa facilidad, que tienen las mujeres para la comunicación, incluidas las monjas, aunque sean de clausura.
Concedamos, pues, gustosamente al autor de este ensayo, tan benemérito del periodismo y en concreto del que se relaciona con esta ciudad e Iglesia de Toledo, el derecho a buscar y encontrar no despreciable fundamento a su titulación en la realidad de la vida de aquella mujer, que escribió tantas cartas, dio y recibió tantos avisos, y redactó preciosos reportajes, –así lo dice el autor con disculpable licencia–, de sus fundaciones y sus experiencias espirituales.
Si en su época hubieran existido las revistas, que hoy circulan con tanta profusión, en cuyas páginas aparecen ahora memorias de famosos o famosas, es seguro que no hubiera faltado un director de talento, que se habría acercado a santa Teresa para pedirle que escribiera las suyas.
Y la santa habría accedido, si se lo hubieran aconsejado sus confesores, en la persuasión de que hacía algún bien a quienes las leyeren o a las empresas que traía entre manos.
Y, ¿quién sabe? A lo mejor hubiese respondido lo mismo que una célebre actriz americana, estrella de cine, mujer de gran sentido de la dignidad en medio de sus triunfos. Al preguntarle un periodista si se sentía embriagada de orgullo ante tantas alabanzas como le eran tributadas, contestó: “No, Dios no lee los periódicos”.
Sea de ello lo que fuere, el hecho es que el lector tiene en sus manos un estudio sumamente original de un aspecto de la personalidad literaria de santa Teresa, en que nadie se había fijado hasta ahora.
Felicito al autor por su “osadía”, por su intuición, y por su acierto. Él sí que es un gran periodista.
Toledo, 8 de octubre de 1984.